Visión
La iglesia Enciende Una Luz tiene una visión clara y firme: ser una congregación que se reúne para adorar a Dios en espíritu y en verdad. Nuestro deseo es que nuestros miembros convivan en armonía y en un mismo sentir, a pesar de las diferentes nacionalidades y trasfondos culturales que puedan tener. Nos esforzamos por ser una comunidad inclusiva donde todos se sientan bienvenidos y valorados. Nuestro enfoque principal es equipar a los creyentes a través de un discipulado bíblico sólido, que promueva el desarrollo espiritual y ministerial de cada individuo. Creemos que una formación bíblica integral es fundamental para capacitar a nuestros miembros, no solo para predicar el evangelio de Jesucristo dentro de la iglesia local, sino también para servir y evangelizar en nuestra comunidad. Queremos ser una iglesia que actúa, llevando el mensaje de salvación a aquellos que están perdidos y necesitando esperanza.
Basados en la Escritura
La visión de la iglesia Enciende Una Luz está firmemente basada en Hechos 2:41-42, que dice:
«Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones«.
Este pasaje refleja nuestro compromiso con la enseñanza apostólica, la comunión, la adoración y la oración. Nos inspira a seguir el ejemplo de la iglesia primitiva, buscando siempre la guía del Espíritu Santo en todas nuestras actividades y ministerios.
Nuestros Valores
- Oración: Creemos en el poder transformador de la oración y la cultivamos como base de nuestra vida espiritual.
- Evangelización: Nos esforzamos por llevar el mensaje de salvación a todos, cumpliendo con el llamado de la Gran Comisión.
- Desarrollo de Liderazgo: Formamos líderes comprometidos y capacitados para servir con excelencia.
- Mayordomía: Administramos con responsabilidad los recursos que Dios nos ha confiado, para su gloria y el beneficio de nuestra comunidad.
- Servicio: Nos dedicamos a servir a los demás, reflejando el amor de Cristo en nuestras acciones diarias.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16